Noticias de la Parroquia San Cayetano de Chivilcoy (Arquidiócesis Mercedes-Luján)

miércoles, 31 de octubre de 2007

Documental y reliquias de la beata María Petkovic






Aunque no ocurrió en la Parroquia, sino en la Casa de las Hijas de la Misericordia de la TOR de San Francisco, en el Hospital Municipal, dos catequistas de San Cayetano (Eli Rogé y María del Valle Grange) fuimos invitadas a la exhibición del documental filmado sobre el milagro de la beatificación de la fundadora de la orden, la religiosa croata María de Jesús Crucificado Petkovic.
La provincial de la orden tuvo a su cargo la presentación del trabajo, de muy buena calidad, considerando que no es nada fácil realizar un trabajo sobre un milagro de orden "técnico", para dilucidar el cual debieron intervenir ingenieros, ya que tuvo lugar en un antiguo submarino norteamericano de la II Guerra Mundial, afectado en el momento del suceso (agosto de 1988) a la marina peruana.
Al finalizar la proyección, las presentes recibimos cruces de San Francisco con una reliquia de la Beata.
Para conocer el milagro, recurro a ACI Prensa.
Héroe submarinista relata milagro de Beata María Petkovic

.- El capitán Roger Cotrina debió cruzar varios mares para cumplir esta misión: llegar desde Lima hasta Dubrovnik, Croacia, y participar en la ceremonia de beatificación de María Petkovic, la mujer que lo ayudó desde el cielo a salvar a 22 compañeros cuando un accidente colapsó su submarino. Para Cotrina, a quien hace 14 años la Marina de Guerra del Perú condecoró con su más alta distinción por el heroico gesto, la religiosa es la verdadera heroína en la tragedia del BAP Pacocha.

Luciendo el impecable uniforme blanco de gala, recordó en una entrevista a Associated Press desde Dubrovnik el milagro que valió la salvación de los submarinistas y la beatificación de la religiosa.

El 26 de agosto de 1988, el submarino Pacocha fue colisionado por el barco pesquero japonés Kiowa Maru a la altura del puerto del Callao, el choque abrió una brecha en la popa y hundió la nave. La embarcación comenzó a hundirse, pero el entonces teniente Cotrina logró cerrar una compuerta interna, venciendo sólo con la fuerza de sus brazos la presión del mar que estaba penetrando el submarino. En la tragedia murieron 8 submarinistas.

Tras la muerte del capitán del submarino y en completa oscuridad, Cortina supo que no podría evitar la tragedia y pensó que todos morirían. “Me faltaba el aire y entonces me puse a pensar con todas mis fuerzas en sor María Petkovic. Cerré los ojos y recé. Repetí la oración que había escuchado, pensé en ella y de pronto vi una luz brillante", relató el marino que logró cerrar la puerta metálica del submarino, pese a la presión del agua que creaba un peso de cuatro a seis toneladas.

El capitán Cortina supo de María Petkovic por unas religiosas de su congregación franciscana Hijas de la Misericordia, a quienes conoció en Lima. "Me di cuenta de inmediato que era una persona excepcional", recordó Cotrina.

El submarino se hundió y quedó en el fondo del océano. Al día siguiente, los marineros decidieron salir por la escotilla lateral soportando la presión marina. Salieron a la superficie cada 20 segundos, y aunque la descompresión brusca tuvo consecuencias, todos sobrevivieron.

La Marina condecoró al capitán por la hazaña pero él está convencido que el mérito es de la “Madre Mary”, como la conocen en América Latina, donde su congregación tiene varias fundaciones. "En realidad, ella fue la verdadera heroína", señaló.

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